Si con el hambre que Teri y yo traíamos, ya nos comíamos y no a Paty, por decirnos que estaba a 2 cuadras y resultó a 10 cuadras o más. Pero de cualquier forma, por la compañía y la buena comida se pasa.
Estaba feliz de ver a Paty, y sobre todo con las noticias de Katia, estuvo genial que pudieramos vernos, porque eso de ir a México es una agenda saturada, que por cierto hay por ahí una de mis amigas que esta muy ofendida porque no fuí a verla. Espero que se le baje con su regalito.
A mí me da un nervio andar en la Ciudad de México como he escuchado tanto de la violencia que hasta he soñado que me asaltan. Pero me encanta andar por Bellas Artes, La Catédral y todos esos lugares preciosos que tiene mi México. Lo curioso es que llegamos exactamente al año de la visita de Paty en Chicago.
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