Para olvidarnos un poquito de la nieve, nos fuimos de vacaciones a la Republica Dominicana.
Nos sorprendio mucho la algarabia de los Dominicanos, desde el avion iban haciendo bromas con el piloto, uno de ellos abrio una botella y nos invito tragos... Y al aterrizar todos aplaudieron...
Un dia mientras esperaba a Dave, platique con una chica dominicana, ella me dijo que su familia vivia en Nueva York y su madre de crianza la visitaba en Septiempre y habia una gran fiesta "La fiesta del palo", que duraba 3 o 4 dias y toda la gente tomaba, a lo que le dije que si mas de lo que lo bebian entre semana en dias no festivos... y con mucho orgullo me dijo... ah si, los Dominicanos somos unos alcoholicos, pero quien viene aqui vuelve por su gente...